31.5.06

Y vimos camellos... vivos????


Tanger, miercoles 24 de mayo 2006
Nos levantamos temprano para aprovechar la manana, sol resplandeciente, desayuno liviano, maya (por fin) y a caminar por la playa. La sensacion de volver a meter los piecitos en el mediterraneo fue mas que agradable. Atras, echados como vacas, cuatro camellos tomaban sol y nos miraban como si la vida no les importara. Igualmente nos acercamos, los tocamos, les sacamos un par de fotos y nos fuimos un rato a la pile del hotel a movilizar un poco los musculos entumecidos.

A mediodia tuvimos visita rotaria y despues nos fuimos de paseo con la esposa de un rotario. El plan: descubrir las Grutas de Hercules, con historia mitologica y todo. Yo me esperaba entrar en un lugar con algo de magia, pero con lo que me encontre fue con una seguidilla de puestitos de boludeces a lo largo de toda la cueva, osea, mistica a la .... Igual nos sacamos un par de fotos para justificar la visita. De ahi salimos rumbo al atlantico, porque Tanger tiene la caracteristica de tener de un lado el maditerraneo y del otro el oceano; la vista una preciosura aunque con un poco de bruma en el horizonte.Terminamos el recorrido en la kasbah (area administrativa antigua), en el hotel Minzah, que es uno de esos tipicos hoteles marroquies de muchas estrellas, imaginen el precio del cafecito que nos tomamos.
A la noche nos juntamos conun grupo de chicos de rotarac en un barcito y de ahi nos fuimos a cenar en la costa, comimos pizza!!!! me hacia tanta falta un poco de occidentalidad gastronomica!!!!

La liberacion femenina, una utopia



Hoy me estrelle contra una realidad que intentaba ser distinta. Luego de empezar a convencerme que el cambio era posible, tuve la oportunidad de charlar con un adolescente culto y de buena familia que me hizo retroceder veinte pensamientos atras. Gracias a el supe que las chicas marroquies no pueden tener amigos varones con los cuales frecuentarse, que ellos solo pueden ir a la casa de una de ellas para pedir su mano y que no esta bien visto que una mujer ande sola por la calle despues de las 8 de la noche (pueden ser violadas o golpeadas o ambas). Escuchar estas palabras de la joven generacion supuestamente mas liberal me dejo con una sensacion horrible en la panza, porque ademas, ante nuestra insitencia en las preguntas, el se fue poco a poco retrayendo, molestando, cerrando, incomodo, sorprendido, bombardeado... cual habra sido su sentencia contra nosotras?
El machismo aca es moneda corriente aun con nosotras, yo no dejo de sorprenderme ante cada situacion en que se divierten poniendonos precio (en camellos) y que nos convertimos en objetos codiciados. No faltaron las oportunidades de que los hombres, aun aquellos mas cultos y respetables, nos invitaran directamente despues de tres palabras a su habitacion o a dar una vuelta en su flamante auto para conocer la ciudad de noche (invitaciones de las que diplomaticamente salimos airosas, pero que de todas maneras me resultan totalmente invasivas). Nunca desde que llegamos fuimos presentadas antes que los hombres de nuestro grupo y siempre el discurso fue condescendiente. Yo tuve que hacer esfuerzos sobrehumanos mas de una vez para que no se me saltara la chaveta ante sus comentarios. Las mujeres aca van por detras de sus hombres y no pueden ser libres, ni mejores, a lo sumo pueden llegar a ser complementarias, porque para que quiere mas libertad si asi todo funciona mas que bien?
Evidentemente la moduwana fue un primer paso y la nueva ley de familia un gran avance que se orienta a insertar al pais en un mundo globalizado, pero para un cambio real en la mentalidad marroqui todavia falta mucho tiempo... ojala llegue "in sh'ala"

Tanjarina viene de Tanger, jejeje


Tanger, martes 23 de mayo 2006
Legamos al atardecer. Tanger viene a ser la puerta de entrada a Marruecos. Separada de Espana por el estrecho de Gibraltar, es una ciudad cosmopolita en la que se habla espanol mucho mas que frances. Grande, moderna, pero mas ordenada que las anteriores que visitamos, tiene un estilo explicitamente iberico. Nos alojamos en el Hotel Tarik, habitacion amplia con vista al mar, playa privada, pileta... un espectaculo, la tarde era ideal. Tras acomodarnos Housini nos esperaba para salir a cenar junto a su hijo Yussef. Como corresponde frente al mar comimos bichos hasta el hartazgo y nos fuimos a dormir contentos sabiendo que ibamos a tener la manana libre.

Un azul que te invade


Tanger, lunes 22 de mayo 2006

Hoy partimos hacia el norte destino a Tanger con una breve visita a Chefchaouen. Pueblito surrealista, minusculo, de casas azul celeste, relajado; es uno de esos lugares de los que uno se enamora y tiene ganas de quedarse a disfrutarlo. Solo tuvimos un ratito para recorrerlo entre callecitas que subian y bajaban, escaleras estrechas, negocitos coloridos; no habia un solo detalle que no tentara, que no provocara a la imaginacion. Si hubiera estado en mis manos, me hubiera quedado en algun rincon con un libro amigable pensando en que esos son los momentos de la vida que compensan todo sopor, todo astio de la rutina.

Como en Suiza

Azrou, lunes 22 de mayo 2006

Hoy partimos temprano hacia Azrou, un pueblito sin muchos atractivos pero en el cual teniamos una reunion rotaria. Para llegar tuvimos que recorrer el Atlas Medio, con una vegetacion tipica de montana, coniferas, flores silvestres y pueblos alpinos como si estuvieramos en Europa o Bariloche. Atravezando el camino costaba creer que estabamos en Marruecos. La reunion con esta gente fue tranquila y relajada; comimos trucha en una linda galeria. Nos ofrecieron llevarnos a ver el atardecer al Sahara, que quedaba solo a un par de horas de ahi al otro lado del Atlas, pero recontrarrelamentablemente teniamos otra reunion en Fes a las 7:30 y nos teniamos que volver... buuuuaaaaaa.....

Llegamos a la ciudad con el tiempo justo para cambiarnos e irnos, pero en el hotel nos enteramos que la reunion se habia suspendido. No hace falta explicar el gusto amargo que nos quedo en la boca tras esa noticia, la tristeza de haber perdido la oportunidad de ver perderse el sol entre dunas doradas y sabor a desierto. Nos sentmos en la terraza, con una vista de Fes inigualable, a ver el sol perderse en la medina mientras nos contentabamos con una buena cervecita fria y una picada fenomenal. A la noche salimos a dar una vuelta con intenciones de encontrar gente en los boliches y pubes de la ciudad, pero despues de una hora de dar vueltas, bajarnos y subirnos nuevamante al auto, llegamos a la conclusion de que en Fes el lunes no es un dia de joda.

27.5.06

Recibiendo la primavera


Meknes, domingo 21 de mayo de 2006

En Meknes nos esperaba una gran sorpresa. Nos encontramos con nuestros anfitriones en un hotel, comme d'habitude, y los seguimos en auto hasta un barrio de las afueras. Meknes es chiquito pero muy pintoresco.

En fila india nos adentramos por un sendero, empezando a disfrutar del aroma a campo, los arboles y del verde que te invade la vista. Con lo que nos encontramos al final de nuestra caminata fue algo encantador: alfombras marrouies sobre el pasto, almohadones, sol, viento suave, gente conversando, todos sentados o recostados, disfrutando. De pronto se sintio un violin, luego un tambor que lo acompanaba, una panderete y mas tambores y mas violines... de pronto, alguien empezo a cantar, era una voz masculina, todos le respondieron. El ritmo era atrapante, no pude evitar acercarme, eran todos hombres sentados en ronda, como abstraidos en otro mundo. El repique de los tambores era cada vez mas intenso, algunos se pararon y empezaron a bailar agarrados de las manos, uno al lado del otro, balanceandose mientras cantaban. Me saque las sandalias y me inserte en su mundo, me tomaron de las manos y tambien baile, hasta intente seguir los estribillos. En ese momento Alä estaba entre nosotros, tambien bailando, porque todos lo invocaban, poraue era una fiesta en su honor, porque era el inicio de la primavera y habia que festejarlo. Seguiamos balanceandonos de un lado a otro, luego los tambores cesaron y nos quedamos con una energia en las manos capaz de mover el mundo. Me calce nuevamente y con el espiritu contento me fui a nuestra alfombra, me relaje, tomamos te a la menta, comimos con la mano, nos conocimos y partimos.

Nos aguardaba la medina, una medina de calles mas anchas que pudimos recorrer en un flamante carro tirado a caballo, era el comienzo del atardecer, la luz se volvia naranja y el aire mas fresco. Mientras avanzabamos dejabamos atras fotos maravillosas, muros centenarios, hombres en chilaba, gente abarrotada en las plazas, porque disfrutan de salir, de sentarse en algun espacio verde y no son diez, ni cincuenta; son cientos de personas atraidas por el ocaso.

22.5.06

Un casamiento fuera de serie


Fez, domingo 21 de mayo de 2006

Para la noche estábamos invitados a un casamiento marroquí, típicamente fassí. Así que nos emperifollamos con vestido de fiesta, tacos, maquillajes, trajes y etcéteras. Cómo explicar este rito... La fiesta se inicia en la casa del novio, pero sin los novios presentes. Todas las mujeres están vestidas con los ropajes típicos, hay una orquesta folclórica, mozos con grandes bandejas que pasan repletas de bocaditos, bebidas, todo en un ámbito muy formal. En el salón central se exhiben los regalos que le hace el novio a la novia: leche, dátiles, oro, agua de azahar, pétalos de rosas, souvenires, henna; cada uno con una función muy específica. Llegando la media noche, todos los invitados se movilizan hacia la casa de la novia, precedidos por los regalos y los músicos; que son quienes ingresan primero. Una vez ubicados en las mesas continúa el desfile gastronómico empezando por lo dulce, siguiendo por lo salado y pasando luego nuevamente a lo dulce. La novia ingresa al salón en un palanquín minuciosamente decorado y sostenido por mujeres. Una vez que fue suficientemente expuesta a los asistentes, los novios firman ante la autoridad civil y se inicia luego, la sesión de fotos mientras la gente baila al ritmo de la orquesta. A lo largo de la noche, la novia se cambia al menos cinco veces, lo cual al ojo occidental pareciera que no disfruta en lo absoluto, ya que el tiempo que no está en exposición, está cambiándose de ropa ayudada por las mujeres que la cargan. Como es un casamiento musulmán no se toma alcohol, se come en demasía, se baila poco y sólo se escucha el repiquetear del ritmo árabe que después de media hora de escucharlo sentís que estás a punto de entrar en trance. De todas maneras el show vale la pena, es totalmente distinto a cualquier cosa que hayamos visto y sobre todo es algo que el turista habitual no logra ver.... Gracias Rafi!

Un viaje a la Edad Media

Fez, Sabado 20 de mayo de 2006
La medina de Fez, es uno de esos lugares que vale la pena ver, porque es de esos lugares que no dejan de asombrarte a cada momento. Caminando por pasillos estrechos, entre el gentío que se agolpa, que se mueve, que hace latir la vida al interior de la medina más antigua del mundo musulmán; uno tiene la sensación de haber retrocedido en el tiempo. Curioseando, con los ojos gigantes, asombrados, que no alcanzan a asimilar todo el fantástico espectáculo, uno se pregunta cómo hacen para vivir 35.000 personas en espacios tan minúsculos que parece imposible. Los recovecos invitan, las puertas seducen, los zocos ostentan; el escenario es voluptuoso, con olores intensos, con gente intensa que grita, canta, negocia... vive. Y hay que ir atentos, a los burros cargados que te rozan porque no hay espacio suficiente para ambos, a los hombres con fardos más grandes que ellos mismos; atentos a no perder el rumbo y perderse, perderse uno, perderse los detalles, los instantes, los rostros, porque a pesar de que ese lugar lleva ahí cientos de años, cada expresión, cada paso que se da en el interior de ese universo fuera del tiempo es efímero.

Una ciudad que late


Fez, viernes 19 de mayo de 2006

Partimos temprano, la ruta con un paisaje no tan diferente de nuestro norte argentino, resultó agradable y calma. Hubo que reducir el equipaje para que entrara en nuestro flamante auto alquilado por nuestros anfitriones. Tras 4 horas de viaje entramos en Fez y nos hospedamos en un hotelito sin grandes atractivos pero prolijo. A nuestro arribo, nos esperaba un buen señor rotario propietario de la farmacia vecina al hotel. Ya acomodados, salimos a descubrir la ciudad acompañados de nuestro guía exclusivo. Un negro de dos metros de alto por dos de ancho que resultó ser un poco mitómano, pero sin perder la simpatía (dijo ser amigo personal del rey entre otras relaciones muy importantes que tiene). Almorzamos muy tarde unos "pinchitos" como les llamó él, que viene a ser un brochette de carne, con la única diferencia de que la carne está especiada al estilo del lugar.

Como ya era bastante tarde recorrimos las afueras de la medina, empezamos por la puerta de entrada más importante, luego subimos hacia un mirador de la ciudad para seguir por unas ruinas merinidas de muy antigua data. Visitamos una fábrica de cerámica en la que nos mostraron el proceso completo de producción y tuvimos ganas de comprarnos todo. A nuestro pobre bolsillo sudamericano todos los precios le parecen excesivos, todo está a precio dólar. Volvimos corriendo al hotel porque, para no perder la costumbre teníamos una cena en casa de nuestro anfitrión en Fez, Sbai. Velada nuevamente marroquí, pero esta vez con aperitivo y buen vino. A esta altura el cuerpo ya no nos daba para más, ni para seguir comiendo, ni para seguir despiertos. Nos acostamos con la feliz noticia de que nos mudábamos a una "maison d'hotes" en plena medina (vendría a ser una casa de familia hotel).

El lugar al que llegamos a alojarnos fue absolutamente sacado de un cuento de Las mil y una noches. Entrando por una pequeña escalera de cerámicos, se llega a un gran hall en penumbras que funciona a modo de tienda de alfombras. Grandes tapices colgados de los muros, alfombras de todos los tamaños, colores y texturas apiladas o bien enrolladas en los rincones, la luz tímida que se colaba por los vitreaux superiores, los tapetes discretos y a la espera de un cliente conocedor dispuesto a negociar con un té a la menta. Para llegar a nuestras habitaciones hubo que atravesar un verdadero laberinto no apto para novatos, enroscarse en estrechas escaleras, recorrer pasillos y cargados salones, volver a subir escaleras; pero finalmente al entrar quedamos fascinados. La casona es muy antigua y muy bien restaurada, con paredes cubiertas de pequeños cerámicos de colores, con techos de madera labrada y pintada por los mejores artesanos del mundo: los marroquíes; con ventanas con vitreaux, con puertas talladas, con terrazas en desniveles que permiten ver la magia de la medina.

Jornada feminista


Casablanca, jueves 18 de mayo de 2006

Un día dedicado a descubrir la visión femenina del Marruecos actual. Durante la mañana visitamos un centro de alfabetización y de formación para la mujer. Viene a ser uno de esos lugares creados a partir de la instauración de la Modwana que tienen como fin capacitar a la mujer para poder formar parte del mercado laboral. Les enseñan a leer, escribir y también costura, bordado, cerámica y bricolage; concurren diariamente unas 1.250 mujeres de todas las edades, separadas en grupos diferentes. Fue muy emocionante escuchar que lo hagan para sentirse útiles, para ayudar a su familia; porque para nosotros es más que obvio, pero para ellas es todo un logro y un avance incalculable en términos del derecho de la mujer. Solamente entrando en contacto con esta gente, escuchando lo que piensan, ingresando en su mundo que uno se acerca a sentir en carne propia esa sensación, esa necesidad de ser alguien, de ser respetada de tener derechos. No hace falta decir que las mujeres del grupo salimos profundamente emocionadas y más de una lágrima se escapó en el momento en que nos estrecharon entre sus brazos cuando abandonábamos el lugar.

Almuerzo en casa de un rotario, típicamente marroquí y en abundancia. Durante la tarde otra visita, ahora a un colegio privado y por la noche; reunión con las Inner Wheel, que viene a ser un club paralelo a Rotary, pero exclusivamente femenino. La velada, en casa de una señora adinera fue super enriquecedora. Comenzó por una charla debate con tres figuras locales reconocidas que hablaron sobre la "Nueva Ley de Familia"; ley que hace avances enormes en términos de herencia, divorcio y que favorece a la mujer y los niños. Entre bocaditos y juego de frutas se terminó el debate para dar lugar al baile, del cual por supuesto formamos parte, un espectáculo digno de ver... el nuestro obvio. Tras el protocolo típico rotariano y un poco acalorados de tanto baile nos fuimos a dormir para, al día siguiente partir hacia Fez.

18.5.06

Pisando suelo Marroquí


Casablanca, Miercoles 17 de mayo de 2006

La primera sensación fue de estar en algún país latinoamericano; el aeropuerto parecía pariente cercano del de Jujuy, una construcción como de los años cincuenta, sobria, clásica y de afuera sin ninguna reminiscencia árabe. Adentro uno ya se siente mucho mas dentro del yugo musulmán, típicos tallados en madera, cerámica, megafotos del rey Mohamed VI. Valija en mano, salimos al encuentro de nuestros anfitriones. Entre la multitud de marroquíes abarrotados en la puerta con cartelitos que mostraban la diversidad de nacionalidades que llegan al país, descubrimos que ninguno decía Rotary, ni IGE, ni EGE, ni Lolo, ni nada que se le pareciese y que nos implicara. Así que no quedó otra que esperar. Lo bueno de tener que hacerlo es que uno se sienta, se relaja y entra en una fase contemplativa en la que es posible descubrir la gente, esas pequeñas sutilezas que los hacen únicos, interesantes y muy pintorescos para el ojo occidental. Bereberes que van, árabes que vuelven, mujeres con velo, mujeres sin, europeos apurados, negros (muchos mas de lo que yo me imaginaba que podría haber), lágrimas, recibimientos, 4 besos para cada uno... y Maxi que iba de un lado a otro intentando conseguir una respuesta para estos cinco pobres argentinos varados en el aeropuerto de Casablanca.

Tras 4 horas de espera, apareció un señor flameando una banderita de Rotary, quien, tras habernos ofrecido todas las disculpas pertinentes de los malos entendidos y con la sorpresa de ver nuestro abultado equipaje, nos amontonó en su flamante VW Bora. En el trayecto a la ciudad, nos enteramos que ellos habian ido a buscarnos el día anterior con rosas, banderas, hurras de Argentina! Argentina! y muchas expectativas... una pena.

En el hotel, 4 estrellas, refinado y agradable, nos bajamos, descansamos un ratito, nos uniformamos y partimos hacia nuestra primera reunión rotaria en el Hyatt Hotel. Gente súper atenta, interesada en nosotros, nos dio la oportunidad de generar un interesante intercambio de ideas y experiencias. Más interesante todavía fue la continuación de la noche que comenzó por una caminata por la costa y terminó en una casa de Mariños con olor a puerto y unos bichos y pescados para chuparse los dedos. Comimos con la mano al estilo marroquí de los diversos platos comunes que nos trajeron, con un buen vinito blanco, chistes en francés, té a la menta y toda la amabilidad de nuestros anfitriones Houssini (dentista) y Abdelrafi (cirujano cardiovascular).

Ayer martes, nos levantamos como a las 10, con un sueño atroz y con la sensación de haber dormido muuuuy poco; no quedó otra más que echarle la culpa al "decalage horaire". Partimos hacia nuestra segunda visita a un club rotario, también en hotel 5 estrellas, para almorzar entre formalidades, presentaciones, raccontos y fotos oficiales. Les contamos sobre Argentina, les hicimos probar el mate (a ninguno le gustó), intercambiamos banderines y nos fuimos a conocer el resto del hotel que por supuesto era una mononada. La tarde transcurrió en el descubrimiento del comercio marroquí. Primero, la vieja medina, en donde se encuentra uno de sus típicos mercados. Recorrimos callecitas, negocios repletos de encantadores objetos, degustamos una cantidad enorme de variedades de aceitunas, miel, manteca para cous-cous, agua a rosas; vimos montañas de especias, alfombras, babuches (zapatos puntudos típicos) y sobre todo la dinámica de la vida cotidiana. Gente ocupada en sus tareas, gente que nos hablaba, gente que nos miraba... gente.

Terminado el paseo nos encaminamos hacia el mercado Corea a activar nuestro celular. Creo que no hace falta aclarar cual era el rubro del mercado. Llegar a ese lugar me hizo sentir en el corazón de Bolivia; toldos de colores, pasillos sin fin, electrónica, ropa, comida... encabezados por Houssini atravesamos la feria, doblamos, seguimos derecho, esquivamos personajes dudosos y nos encontramos con el clásico activador, vendedor, comprador de celulares de origen no fiscal. Resultó ser que los dos celulares que teníamos disponibles fue imposible activar, por lo cual nos vimos en la obligación de comprar uno nuevo a precio súper especial para argentinos. Una vez conectados con el mundo, volvimos a la vieja medina a comer la famosa "viande achee" al aire libre en un puestito del mercado. Como bien sabemos los viajeros de bajo presupuesto, donde mejor se come es en el mercado, joder! La "viande achee" viene a ser una carne molida asada especiada que te que la sirven con más especias para poner a piacere. Lo interesante de nuestra cena fue que la misma fue comprada en la carnicería y para ser asada luego en el puesto de al lado. Manteles de hule, té a la menta, movimiento de gente... porque Casablanca vive de noche, comimos bien, entre cabezas de camellos y cortes de carne que nos rodeaban. La noche terminó con un recorrido motorizado por la Casablanca adinerada, moderna y típica de cualquier gran ciudad. Resulta interesante ver el gran contraste que hay entre ambos sectores de la ciudad, con diferencias económicas más que evidentes, factor que suma al Maghrib a la larga lista de países tercermundistas.

Descubriendo el Maghreb


Casablanca, lunes 15 de Mayo de 2006

Partimos, tantos meses de espera llegaron a su fin casi sin darnos cuenta. La vorágine de los preparativos quizás no permitió que alcanzáramos a realizar la gran aventura en la que estábamos a punto de embarcarnos. Finalmente ante la sensación de oídos tapados, y la voz de "Bienvenidos al vuelo AR 2533 con destino a la ciudad de Buenos Aires", la partida era un hecho.

Nuestra corta estancia en Buenos Aires simplemente sirvió de trampolín hacia el viejo mundo. Cerca de la media noche, cafecito de por medio con la joven familia Pereyra, nos pusimos al tanto de las novedades. Y aunque la conversación se extendió mucho mas allá de los que nuestros cuerpos agotados permitían, siempre me llena de alegría volver a ver a mi hermano.

Pasajes en mano, con cara de sueño y gusto a desayuno de hotel subimos al avión; rogando que me tocara ventanilla. No solo mis plegarias no fueron sentidas sino que pareciera que algún santo me hubiera castigado por algún pecadillo cometido y me mandó derechito al medio del pasillo central desde el cual no se veía ni media nube.

Las horas interminables de vuelo intentaron ser superadas entre charlas, siestas, comidas, películas malas, truco, preparación de presentaciones y por supuesto mate. No hace falta remarcar que después de la décima hora en el avión darías tu vida por un masaje, una caminata o cualquier cosa que te permita estirar un poco los músculos entumecidos, cosa que intentamos lograr en medias por todos los medios disponibles. Imagino habrá sido un lindo espectáculo ver al sector femenino de IGE en pleno pasillo, en una clase colectiva de stretching, revoleando brazos y piernas para todos los lugares posibles ante la mirada desconcertada de los pasajeros de la zona.

Tras 11 horas y medio de vuelo, aterrizamos en Barajas (Madrid). Como explicar la belleza de ese aeropuerto, un techo de serpentinas ondulantes que se divierten y juegan con los colores a lo largo de interminables pasillos. Con mucha más cara de sueño que el día anterior, tras una lavada de cara, dientes, puesta de uniformes y altercado con la cajera de un bar, volvimos al aire, ahora sí con vista aérea del paisaje. De Barajas a Casablanca, sólo una hora y pico de vuelo.