13.6.06

Se acabó




Royal Air Maroc, domingo 11 de junio 2006
A 192 km aéreos de Madrid tengo un mar de sentimientos encontrados, la alegría de todos las experiencias vividas en suelo marroquí se mezclan con la tristeza del fin. De este mes me queda el sabor a cilantro, el olor a té a la menta y a cuero de babuchas, los atardeceres en el mar, el juego de naranjas a la mañana, el cariño de la gente cercana, las miradas penetrantes. Fueron tantas las imágenes y las vivencias que todavía cuesta asimilarlas. Lo más increíble de estos viajes es que uno baja sus barreras y se permite que la sensibilidad aflore para que cada momento sea intenso; y debe ser por eso que se generan lazos afectivos con determinadas personas que a uno lo parten al medio.

Aterrizamos empieza la segunda etapa.

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